Por mucho que los suizos reciclen y sí que lo hacen en forma masiva, siempre van a sobran desechos que deben ser eliminados de alguna manera.
Las dos clases de residuos son los residuos sólidos municipales y los desechos peligrosos. Los residuos sólidos están compuestos básicamente de la basura doméstica y la industrial; los desechos peligrosos son residuos químicos, contagiosos o, simplemente, basura tóxica.
Los suizos cuentan con dos procedimientos para la eliminación de los residuos: son incinerados (combustión o incineración) o se amontonan (escombrera). La basura es examinada y segregada para luego ser transportada a la planta de incineración en el caso que se incinera, o bien a los vertidos de residuos en el caso que se los deposita.
Residuos municipales
Desde hace más de 10 años, específicamente desde enero del 2000, todos los residuos no reciclables y la basura combustible deben ser quemados en plantas de combustión. En el año 2004, la capacidad de incineración de las plantas existentes en Suiza alcanzó 3,29 millones de toneladas anuales. Esto significa que ya no se necesitan escombreras públicas en Suiza para el depósito de desechos. Hay suficientes plantas incineradoras para satisfacer la demanda.
En los últimos años, la industria de la generación de los residuos ha conseguido reducir considerablemente la emisión contaminante de las plantas de incineración, mejorando por tanto el impacto ambiental de la incineración en Suiza.
Generando energía de la basura
En Suiza, las empresas encargadas del tratamiento de los residuos también generan energía: las 28 plantas en Suiza generan energía eléctrica suficiente para 250.000 hogares. Esto supone un ahorro energético de unas 215.000 toneladas de gasóleo de calefacción por año.
Pero no sólo la incineración de residuos municipales contribuye a la producción de energía ecológica en Suiza. La industria de cemento, por ejemplo, elimina combustibles industriales como el petróleo usado o disolventes, que resultan de la producción del cemento, para cubrir gran parte de sus propias necesidades energéticas.
Sin embargo, el marco legal para estos procedimientos autoabastecedores de energía es muy restrictivo, ya que define con estricta claridad qué tipos de basuras pueden quemarse y cuáles no.
Los Suizos, expertos en el Reciclaje
Los suizos son campeones en el reciclaje. En el 2003, el 47% del total de los desechos urbanos fue reciclado, un nuevo record suizo. Reciclaron el 70% del papel, el 95% del vidrio, el 71% de las botellas de plástico, el 85-90% de las latas de aluminio y el 75% de la hojalata.
Pero no sólo personas individuales se ocupan del reciclaje, también empresas grandes como los Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) contribuyen al reciclado de la basura. Para garantizar la limpieza en los trenes, los FFS emplean en total a 1.500 personas que se encargan de limpiar los vagones. Los desechos son separados y, si es posible, reciclados.
Cada año son:
2,5 millones de botellas de plástico (que recicladas proporcionan materia prima para 276.000 camisetas y 39.500 sacos de dormir).
2 millones de latas de aluminio (que recicladas proporcionan 116 toneladas de bauxita)
3.680 toneladas de periódicos y revistas son recicladas./swissworld/Internet.
Fuente: Natura – Medio Ambiente